Estas y no estás, me envuelve la necesidad de buscarte. Te aborrezco en silencio por eternas horas cuando me llenas de tu indiferencia y te quiero al segundo siguiente en el que tomas mi mano haciéndome olvidar el motivo y la ausencia de ti, y te comienzo a odiar aun más cuando este roce es tan efímero que me hace pensar que solo fue un sueño.

No hay comentarios:
Publicar un comentario