Aprendí que nadie es perfecto hasta que te enamoras, que las oportunidades no se pierden nunca, las que tu dejas marchar otro las aprovecha. Aprendí que todos quieren vivir en la cima de la montaña, pero toda la felicidad pasa mientras la escalas, que cuando siembras amor y das amor, la felicidad permanece en ti. Aprendí que una sonrisa es un modo económico para mejorar tu aspecto, que se necesita gozar del viaje y no pensar sólo en la meta. Aprendí que es mejor dar consejos sólo en dos circunstancias, cuando son pedidos y cuando de ello depende la vida. Aprendí que no puedo elegir como me siento, pero siempre puedo hacer algo al respecto. Aprendí que cuanto menos tiempo derrocho, más cosas hago. Aprendí que la vida es dura, pero yo lo soy más.

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