Tu
perfume en mi almohada, testigo fiel de nuestros fortuitos placeres,
respiraciones aceleradas en el latir de nuestros corazones, manos que
acarician cuerpos desbordados de frenesí. El sol se esconde en el
poniente señalando el ocaso de nuestro encuentro. Tu perfume en mi
almohada elixir signo de tu presencia en la ausencia.

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