Ya no puedo imaginar mi vida sin ti, no logro pensar ni un sólo segundo en que tú no invadas ese pensamiento, llenas mi vida, me colmas de alegría y sonrío, produces en mí, sensaciones diversas, tu rostro forma parte de mi memoria selectiva, haces que mi mente esté constantemente absorta y dispersa, pero con una sonrisa, he comprendido que no sólo te echo de menos; sino que, te necesito y jamás necesité a nadie. Tan sólo el poder pensar vivir contigo, junto a ti para mí sería el mayor de los regalos, la vida, me debe ese regalo. Me haces ser inmensamente feliz.
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