Salimos. La seducción estaba pintada en tonos de carne caliente. Susurraste a mi oído: “Acaríciame la piel” Permitiste que hiciera de lado la tela que cubría tu cuerpo. Pude sentir tu respiración.
El arte de la seducción estaba esculpido en la dureza del mármol caliente de tu deseo por mí. Me dijiste: “Deja que lo encuentre. Te voy a enseñar cómo me gusta”
El arte de la seducción se baila con el antiguo ritmo de la vida. Hagamos el amor. Hagamos más y más.
El arte de la seducción se canta con los gemidos y discordias de cumplimiento intenso. Permíteme y doy todo lo que tengo. Voy a tomar todo lo que puedes dar.
Soy el artista. Tú me sedujiste con tu belleza.
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