Se fue un año que ha sido tan fugaz como intenso. Lleno de sueños cumplidos y otros que andan en marcha con grandísimas sorpresas, año de viajes compartidos por los senderos del alma, también de perdernos para encontrarnos, de encontrarnos para perdernos, de reír hasta llorar, de llorar y encontrar siempre un motivo para sonreír después. Año de creer, de crear y esforzarse por hacerlo florecer; de caer y levantarse, de encontrarse y despedirse, de equivocarse, de aprender muchísimo y amar todavía más; de dormir poco y soñar mucho; de decir “Sí, quiero” al Amor; de bailar descalzo y sentirme mariposa danzando al son de la vida. Año de sentir muchas manos al final de la mía, muchos corazones danzando al mismo compás, derrumbando imposibles.
Gracias a tod@s, gracias por acariciar mi alma para que la alegría que habita en mí siempre sea un tiempo presente. 2014, prepárate, que vamos por ti.
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