Te extraño a todas horas. Mi piel se estremece con solo pensante, mis labios ansían tus fogosos besos, mi alma busca tu cuerpo como consuelo, mi rincón tibio ansia tu llegada a tal punto que me desespero y terminas siempre apareciendo en mis sueños. Cada noche me visitas, te hago mía sin reservas y ardo de lujuria en tu candente fuego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario