Aprender a vivir en ocasiones duele, ese inmenso dolor cuando los golpes de la vida te sacuden, cuando ves que sólo te tienes a ti mismo para seguir luchando, para levantarte día a día y regalarle una sonrisa a esas personas que incondicionalmente allí están, para regalar al mundo un ¡si se puede! Y regalarse a uno mismo la fuerza interior que nos lleva a la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario