A cada paso el umbral se abre para dejar entrever el sentido real.
A cada realidad los temblores de los pasos ajenos se cruzan.
A cada paso de nuestro nuevo amor se juzga por si mismo.
A cada soledad ingenua y escalofriante, tus labios, mis manos.
Ingenuidad pero nuestra, riamos de nuestro sentir, gocemos nuestro sentido amplio de importancia mutua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario