Apenas cruzamos las primeras palabras
y se desato la pasión en nuestros cuerpos,
pronto las palabras se convirtieron en deseos
llegando a estremecer nuestros corazones.
Nunca nos hemos visto y ya nos necesitamos,
cerrando los ojos puedo imaginar tu cuerpo desnudo,
las colinas blancas que forman tus senos,
el valle del placer entre tus redondeados muslos.
Cuando me dices que me besas mojo mis labios
imaginando el fuego de tu boca en la mía,
me acaricio como si fueran tus manos
posadas en mi torso desnudo entregándome a ti.
Cada instante en que nos encontramos
haces latir con más fuerza mi corazón desbocado
y me dejo llevar por la pasión desenfrenada
por la lujuria que solo tú eres capaz de provocar en mi.
Fer Ferrer
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