martes, 19 de febrero de 2013

“A MIS DOS HIJAS”


Vosotras sois las inocentes flores
nacidas a orillas del mediterráneo,
hijas de la misma esposa y madre,
de este poeta y padre que os ama.

Si de algo me he de sentir orgulloso
es de vosotras dos mis princesas,
la mayor que vio la luz en primavera
y la menor llegada en un nuevo año.

Nunca me ha importado en esta vida
renombre, aplausos, oropeles o gloria
tan solo anhelar vuestro bien y dicha
y que sintáis el amor que os profeso.

Sé que un día tome una dura decisión
dejar a vuestra madre sin más dilación
cuando el amor entre los dos se apago
y solo os he implorado vuestro perdón.

Ha sido duro para mí perderme tanto
al no estar día a día junto a vosotras
pero siempre estaréis en mi corazón
porque sois la única razón de mi existir.

Vosotras le habéis dado sentido a mi vida,
sois el único motivo de no cesar mi lucha
despertando cada amanecer con alegría
sabiendo que os tengo Alexandra y Adriana.

Perdonarme si no he sido el mejor padre,
si en algún momento puede decepcionaros,
si no pude cumplir con vuestras expectativas
si no estuve alguna vez que me necesitasteis.

Cuando el sol llegando este al ocaso de mi vida
recordad todos los consejos que os di con ternura
y en cada pensamiento, en cada paso que deis
buscad en el cielo esa estrella que os iluminara.

Fer Ferrer


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