“Sentiste mi mano en tu barbilla, fue ahí cuando te levante la cara y vi tu rostro, me vi en tus ojos, te bese sin titubear en ese momento comprendí que tus labios eran solo para mi, mis labios se quedaron unidos a los tuyos por siempre, mis manos en tu cuerpo abrazándote. No estábamos solos en aquel lugar, tu lo hiciste especial, tu amor por mi lo hizo majestuosamente cálido, sintiéndome en casa. Ese día ame por primera vez, abriste mis sentidos de par en par, olvide mi pasado y no me importo el futuro, solo ese instante, era perfecto.”
Diario de un romántico
Fer Ferrer, poeta y novelista
No hay comentarios:
Publicar un comentario