sábado, 29 de marzo de 2014

"LA VERGÜENZA"

Me enseñaron la vergüenza. Me enseñaron a avergonzarme de mi cuerpo, de mis actos, de mis pensamientos. Me enseñaron que lo que pienso es absurdo, que lo que hago es ridículo, que lo que deseo es sucio. Y aprendí a no decir lo que pensaba, por vergüenza de que alguien a mi alrededor pensara algo mejor. Y aprendí a no hacer lo que me apetecía, por vergüenza de que alguien a mí alrededor creyera queera inoportuno. Y aprendí a no perseguir lo que deseaba, por vergüenza de que alguien a mí alrededor creyera que no era oportuno. No contento con someterme a la mirada externa, me plague también a la vergüenza ajena. Y aprendí a preguntarle a la vergüenza como vestirme, no vaya a ser que alguien pensara que voy buscando, gustar, destacar. Y aprendí a escuchar la vergüenza al desnudarme, no vaya a ser que me sintiera cómodo en mi cuerpo, y me acostumbrara a enseñar(me)lo sin miedo. Y aprendí a consultar a la vergüenza antes de abrir la boca, no vaya a ser que dijera sin filtro lo que pasaba por mi cabeza, y se enterara la gente. Y deje de bailar, de reír a carcajadas, de preguntar lo que no entiendo, de opinar lo que pienso, de compartir lo que siento, de pedir ayuda, de comer o llorar en la calle, de bajar a la calle despeinado, de llamar a quien echo de menos, de tomar la iniciativa, de decir que no, de decir que sí, de quejarme, de estar orgulloso, de admitir que estoy asustado. Y a base de sentirme cada día más avergonzado entendí que mi vergüenza nunca iba a sentirse saciada. Que toda la vida iba a imponerse. Así que busqué a mi vergüenza interna. Y le costó salir un poco, le daba vergüenza. Pero acabó sacándome a bailar, haciéndome dúo al cantar, saliendo conmigo a la calle, animándome a hablar, a ignorar las cosas que me deberían avergonzar.... Y ahora ya no tengo tiempo para sentir vergüenza. Estoy ocupado viviendo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario