He visto amaneceres y crepúsculos de tal belleza que ni el arte ni la poesía lograrían reflejar. He visto cielos en los que no cabían más estrellas y otros en los que los rayos dibujaban el miedo. He visto la mar en calma, y tan furiosa y aterradora que parecía quererme tragar. He presenciado escenas inolvidables y otras que no querría recordar. He sentido inmensas alegrías y penas. Disfrute de dulces compañías y de la soledad. He visto nacer y morir. He visto tanto y tan poco y me falta tanto por ver. Y como tú, mi amor grande no sabes tener el alma pequeña, quiero mis amaneceres junto a ti y vivir intensamente cada anhelo, cada brisa, cada sueño.
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