miércoles, 11 de octubre de 2017

"TOMAR DISTANCIA"

Hoy domingo, desde la tranquilidad que da la madrugada, lejos del ruido y el dinamismo que suele tener el resto de la semana, que a veces abruma. Escribo luego de haber tenido el espacio para tomar distancia, esa que aunque siempre existió entre los dos, porque así lo quisiste tu siempre, se ha hecho más latente desde que te marchaste a ese viaje que parece no tener retorno. Me transporta a esas épocas, en donde antes que llegaras tú, mis mayores preocupaciones consistían en trabajar sin descanso, donde mi tiempo libre lo dedicaba a escribir y a la compañía de los míos.
Hoy escribo para no olvidar ningún detalle de aquello que tengo que decirte, aquello que a veces cuando estas con tu tozudez se refunde entre los miedos y no deja que salga quien verdaderamente eres.
Debes pensar menos y disfrutar más, debes recordar porque tomaste las decisiones que tomaste, tus motivaciones y ese riesgo valiente de dejarlo todo atrás para cumplir tus sueños. Y que a pesar de las adversidades y que a veces las cosas no se dan tan rápido como quieres, no te puedes dar el lujo de rendirte por ningún motivo.

Puede que aquel mal amor de cuando aún estabas en la etapa de pasar de niña a mujer duela demasiado y el solo hecho de intentar olvidarlo se vea como una tarea imposible, pero si lo analizas bien, no fue tan malo como parece, pues te dio el mayor de los regalos ese que viene desde el cielo, ese que sólo una mujer puede recibir.
Todos mis sentimientos hacía ti que tanto daño me ha producido, se han transformado en poemas y grandes escritos, lo que demuestra que hasta de lo más malo algo bueno nace, por eso hoy quiero decirte que todo lo que te pudo pasar en la vida, si lograste aprender algo de ella, nunca tendrás las manos vacías, porque algo te queda, algo te llevas y en determinado momento del camino, lo vas a poder usar, pues cuando superas el dolor este se trasforma en sabiduría y experiencia. Yo, nunca he temido estar solo, porque la soledad no tiene nada de malo, al contrario, puedes tener la plena confianza que te encuentras en las mejores manos. Y es que nadie a excepción de uno mismo te puede querer tanto como tú lo debes hacer.
Así que cada vez que me miro al espejo y me encuentro cara a cara, valoro todo lo bueno que hay en mí, porque estoy tan lleno de todo que no me hace falta nada de afuera, me doy cuenta que la felicidad está en mis manos y que al final todo depende de mí.

Para que sufrir tanto, para que forzar las cosas, a lo mejor me estoy perdiendo de muchos detalles lindos de la vida. Y por el afán de llegar a una meta, no estoy disfrutando el paisaje y la riqueza del camino.
Hay que tomarse el tiempo para sentir, por eso me gusta besar despacio, por eso me he dado cuenta que es mejor negocio empezar a ser feliz y dejar ese hábito imposible de querer ser perfecto. Para que alarmarme por un futuro que todavía no llega, y que nadie me garantiza que llegue tal como me lo había imaginado. El pasado ya quedó atrás, no me mortifico por lo que no hice, o por lo que creo haber hecho mal, el presente es lo que tengo por eso solo debo vivirlo. La tranquilidad no se alcanza por las cosas que consigo, más bien hay que liberarse y desenredar la existencia. Mando fuera de mi existencia todo lo que me estorba todo lo que no me deja avanzar.
Por más complicada que pueda ser la vida en ciertos momentos, no pierdo la esencia y sobre todo nunca dejo de ser yo. Espero que los consejos que a mi sirvieron, también te sirvan a ti.


2 comentarios:

  1. La pérdida de un amor siempre nos enseña mucho. Nos hace creativos. Permite conocernos mejor a nosotros mismos. Aprendemos lo bueno que es estar feliz con uno mismo.

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  2. Wow cuanta sabiduría expresada, gracias muy enriquecedor me encantó.

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