Mi alma se abre a ti, para dejarte entrar y hacerme enloquecer. Con caricia de seda, tocas mi corazón. Tu boca es el sueño anhelado de mi boca. Préstame tus alas, mi ángel. Aprisióname en tus brazos. Que no hay más linda prisión que lo cálido de tu corazón. Me entrego a ti, mi locura, mi pasión, sin medida ni miedos, a ti, que eres mi sueño. Te entrego el alma, mi vida y mi cuerpo. Ya que tú me das las alas, con las que alcanzar el cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario