Cuando te conocí habías tomado una decisión en tu pasado, una mala decisión que a día de hoy te tiene atada más que mil cadenas. Ahora sé que no dejas de preguntarle a Dios que te espera ahora y en el futuro. Sin embargo él que te ha puesto otros caminos frente a ti, está esperando que tomes la decisión tu misma. Por eso te sientes atascada, temiendo tomar la decisión equivocada. Los que te rodean te pueden ayudar a decidir, pero, al final, el próximo capítulo de tu vida depende de ti. Es un periodo de tu existencia que no está escrito todavía. Tus deseos deben ir acompañados de decisiones, recuerda que si no tomas una decisión, será lo mismo que optar porque todo siga igual.
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