"EL AMOR NO SE ME HA TERMINADO"

En todo este tiempo el amor por ti no se me ha terminado, sino la paciencia. He resistido vientos, mareas y siempre he acabado dándote más de lo que debería. Pero he aprendido a valorarme y debes saber que si los hechos no llegan pronto el punto final está cerca. Lejos de hacerme feliz esta relación, no me permite crecer y me perjudica. Me he pasado el tiempo justificando el que he cedido más de la cuenta, perdonándote hoy, mañana y pasado, esperando un poco más con la esperanza de que las cosas cambiaran y mejoraran.
Es verdad que el amor requiere de compromiso, voluntad y paciencia, pero hasta cierto punto. La realidad ha ido abriéndome los ojos. Mi corazón no puede borrar lo que siento por ti, pero mi paciencia se está terminando y las vendas que me cegaban me las he ido quitando. Todo tiene un límite y no puedo pasarme la vida entera siendo paciente, viendo como esta relación no ha tenido nunca reciprocidad, como mis necesidades de afecto, reconocimiento y cuidado, nunca las recibo de ti.
La paciencia en el amor no es lo mismo que la pasividad. La paciencia me ha hecho posponer lo que no me aportaba satisfacción esperando que el tiempo me trajera cosas mejores. He tolerado muchas situaciones, incluso perdiendo el sentido de la realidad. He sido paciente porque te amo, porque amar no es solo querer las coincidencias, sino respetar también las diferencias. Pero también he sido pasivo cerrando los ojos a las carencias, al dolor emocional que me has causado tantas veces, al vacío, al desprecio, por eso ha llegado la hora de descorrer el velo para que florezca la verdad.
Al ir agotando mi paciencia con tu manera de actuar ha llegado la decepción, sigo amándote pero me siento cansado de decirte lo que siento, lo que necesito y no obtengo ninguna respuesta por tu parte. Para que nuestra relación prospere y sanen esas carencias que me hacen daño, el esfuerzo debe ser mutuo. Si no eres capaz de ofrecerme más y sigues con tus excusas, la paciencia se me va acabar por competo, y con ella nuestra relación.
La paciencia no es la capacidad de esperar, sino comprender que merezco cosas mejores.