En aquella suave mañana de primavera te vi llegar a los establos
te aguardaba ya junto a los mozos preparando nuestros caballos
quedándonos ensimismados al ver llegar tan hermosa amazona
tus caderas moviéndose en esos pantalones pegados a tu cuerpo
esa melena ondulada color azabache moviéndose a los vientos
montamos y tras mirarnos de manera retadora salimos galopando.
Con la fusión de raíces y creatividad entre el presente y el pasado
cabalgando por las verdes praderas con las flores como testigos
sin importarme el destino hacía un lugar en el que estar juntos
esperaba hacía tiempo ese día en el que perdernos del mundo
esperando llegara el cansancio de los caballos para detenernos
tomar tu mano para desmontar y sentirte ya entre mis brazos.
Anhelado momento llego sintiendo tus ojos clavados en los míos
mis manos en tu cintura te trajeron suavemente hasta mi pecho
con tus ojos cerrados pude contemplar la sensualidad de tus labios
con la osadía de un hombre enamorado te robe ese primer beso
desatando pasión al sentir tus suaves manos acariciando mi rostro
bajo unos frondosos chopos nos sentamos con abrazados cuerpos.
Comenzaron a despertar deseos interminables en placeres intensos
las manos en caricias sobre nuestras ropas que fuimos despojando
los sentidos fueron despertando entregados a las artes amatorias
susurros suaves y candentes de ese fervor tanto tiempo guardado
acompañados por las alegres notas de nuestros testigos los pájaros
y el compas de nuestros corazones como nuestro amor cabalgando.
Fer Ferrer
No hay comentarios:
Publicar un comentario