sábado, 7 de diciembre de 2013

"TANTA TENTACIÓN"

Era tanta la tentación que sentía cada vez que él la veía meter la llave en el portal, le daban ganas de apresurarse a bajar los ciento cincuenta y un escalones que separaban la puerta de su piso del portal. Soñaba con ese encuentro, teóricamente casual, que en realidad llevaba planeando desde que ella se mudó a aquel antiquísimo edificio de Vía Mercanti, una de las emblemáticas calles de Milán Aún le resultaba vergonzoso cuando se acuerda de la cara de tonto que se le quedó cuando se enteró de que aquella delirante mujer había alquilado el piso de la viejecita de los seis gatos que llevaba viviendo justo encima de él. El mítico ruido del andador de la viejecita que tantas mañanas de domingo había acrecentado el dolor de cabeza que caracteriza a la resaca fue sustituido, aquel mismo día por el sonido de cientos de pares de tacones que aquella nueva inquilina poseía y coleccionaba para lucir día tras día y noche tras noche.


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