martes, 13 de octubre de 2015

"ESE SENTIMIENTO EN TUS OJOS"

Cuando llegaste a aquel andén no me fije en tu cuerpo, lo primero que vi fue ese sentimiento en tus ojos, tan distinto a todo lo que antes había visto, tan igual a lo que siempre había imaginado, ese sentimiento que llevaba desde siempre buscando, ese sentimiento que llegó contigo, ese sentimiento llamado amor. Era el comienzo de una historia contraria a todas las demás que antes había vivido. Era el tiempo convertido en magia, era el viento en caricias, eran tus suspiros, tu sonrisa, todas las fantasías hechas realidad, parecía eterno y perfecto porque era algo nuevo para mí. Te había esperado desde siempre, tardaste mucho en llegar, lo que nunca imagine es que te quedaras con todo lo mio y me dieras esa sensación extraña de estar sin estar. Pero pronto me mostraste la realidad de quien eras, vanidosa y egoísta y aún así tenía la esperanza de que aquel sentimiento que vi la primera vez en tus ojos fuera sincero. Estaba enamorado de tu esencia, hacer el amor contigo era algo tierno y perverso nacido de tu mirada. En la intimidad lo éramos todo, amándonos sin medidas, sin pensar que después te irías de vuelta a tu otra vida, sin saber cuándo sería la próxima vez que volveríamos a estar juntos. Fuiste mi sangre y mi veneno, un fuego sin control y un océano de pasión. Nada te obligó a volver después de aquella primera vez que nos encontramos, pero estabas dispuesta a arriesgarlo todo, a ser valiente y enamorarme. Después de lo efímero llegó el dolor, te amaba con mi corazón pendiente de tu regreso, esperando el día de volverte a mirar a ese abismo de tus ojos. Te amé hasta que dejó de latirme la razón, te amé pensando que serías mi futuro, no viéndote como destino, digo futuro porque ese lo podíamos haber construido juntos. Te espere más de lo que la lógica decía viendo que nunca estuve entre tus prioridades, soportando tus decisiones, sufriendo en muchas noches vacías, sabiendo que todo eran engaños y mentiras para llevar tu doble vida. La piel se me fue congelando con tus ausencias, te amaba y digo con sinceridad que ese sentimiento nunca te lo has merecido. Me he hecho el ciego para tragarme tus mentiras, mientras yo te esperaba tú tenías otras compañías. No quiero más esa vida que tú me has dado, porque me has quitado el tiempo que otras querían, porque has sido siempre tan egoísta reclamando lo que nunca tú me has dado, lo lamento pero está demás seguir con una historia que solo a ti te ha beneficiado. No puedo escuchar más tus palabras llenas de excusas, mutilando mis ilusiones. La mujer que encontré en aquella mañana de abril, con ese sentimiento llamado amor en los ojos, solamente resultó ser una cobarde.


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