Me ha costado pero al fin lo he conseguido, he abierto los ojos, y al abrirlos me he dado cuenta de la cruel realidad, nunca has estado realmente enamorada de mi. Solo has amado la forma en la que te he hecho sentir como ningún otro lo había conseguido antes. Porque te hice sentir el centro de mi mundo, y en realidad lo fuiste, porque hubiera hecho cualquier cosa por ti. Has conseguido que deteste tu costumbre de mentir sobre algo tan bello como es el amor. Te he amado mucho más de lo que te has merecido, en realidad nunca te has merecido mi amor porque nunca te lo ganaste. Te olvidare en cuanto vayan pasando los días y recuerde como me aburrían tus mismas excusas una y otra vez. Contigo siempre he estado solo viendo como tu manera de actuar iba matando mis sentimientos. Yo tenía planes para nosotros y los he mantenido hasta el último momento con la esperanza de que hicieras algo para convencerme de que tú también los tenías. Tu vicio de ausentarte se ha ido convirtiendo en costumbre y con ello has ido olvidando lo que un día viniste a buscar en mi y que en otros no encontraste, sentirte plenamente mujer como tú has reconocido muchas veces. Has matado mis ilusiones, me has destrozado la vida, ahora te toca saber cuánto duele perder. Nunca debí pedirte que me enamoraras, nunca debí creer en tus palabras que me hablaban de una mujer valiente y arriesgada. Me has hecho perder dieciséis meses de mi vida, detuve mis pasos hacía mis sueños por andar en tus mentiras. Nunca apostaste por lo nuestro, solo fui un medio para conseguir lo que tú y tu esposo no habéis sido capaces de conseguir para tu hijo. Qué poco sabes de los verdaderos valores de la vida, pero recuerda que lo que uno siembra acaba recogiendo.
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