Te encontré y te ame de mil maneras, acaricie tu pasado como si fuera mio, te ayude a sanar tus heridas. Luego resulto ser que tu pasado lo habías construido con mentiras, que tus heridas eran falsas. Te perdiste en mis manos, y mis pies no se cansaban de echar raíces buscando la manera de encontrar un futuro para los dos, pero tú sólo vivías el hoy para solucionar tus problemas. Yo sabía que vendrían tormentas, que te visitaría la incertidumbre por tus infundados miedos, lo que no imagine es que nunca me amaste. Acepte tu peor versión, tus malos ratos, a cambio tu me diste ausencias, sólo me buscabas cuando las cosas te iban mal para que yo te las solucionara. Trate de hacerte ver las cosas que tu no veías pero tú ya lo tenías todo premeditado y nunca me escuchaste. Te di libertad porque confiaba en ti y tú no dejabas de fallarme. Ahora sigues teniendo la desfachatez de reclamar lo que tú nunca diste y de mi tuviste muchas veces.
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