Dios me ha dado la sabiduría para aceptar las cosas como vienen, la seguridad y la capacidad de amar a la mujer de mi vida tal y como es. He aprendido que el truco es amarla con toda el alma sin importar los efectos secundarios, he aprendido a valorar lo bueno y bonito de ella que es mucho, a no menospreciarla ni juzgarla jamás por sus defectos, pero sobre todo, he aprendido a no renunciar a mi amor por ella por más difíciles que sean las cosas, he aprendido que quien lucha por la mujer que ama, más temprano que tarde, en mis brazos la tendré para disfrutarla y vivirla.
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