Somos como el espejo que refleja los defectos, cogidos de la mano, mirándonos fijamente, me veo en la pupila de tu ojo, veo tu lágrima, tú ves la mía, el sonido de tu voz navegando por mis labios, el aliento de mis suspiros entelan tus ojos, como será la noche me preguntas, la noche con la luna será menos oscura, pero la oscuridad no depende de las estrellas, ni de la luz de la luna, sino de la sonrisa de la mirada de tus ojos, como apagar la llama que me quema la piel cuando el tacto de tus manos se pasean por ella, no hay más luz en una noche oscura, que la que no ves, sólo la sientes, como recorre tu cuerpo de arriba abajo, y de abajo arriba, deslizándome suavemente, acaricie tu rostro, tu suspirabas, no te dejaban oír mis susurros, quisimos amarnos una y otra vez, la oscuridad que no se iba, permanecía a nuestro lado haciéndose cómplice de nuestro amor, por fin llegó el amanecer, que nos pilló abrazados y recostados en nuestro cuerpos, que oscuridad más feliz, tuvimos la osadía de apagar el día y encender la noche, sólo para nosotros, cuanta felicidad nos invade, mañana volvemos y repetimos, si la oscuridad nos deja amor mío.
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