Un día mi alma se encontró con la tuya en aquella mañana de abril desatándose la locura que yo llame sueño. Sueño de conquistar los secretos que encerrabas en tu corazón. Sueño de que el tiempo te hiciera libre para que nuestro amor fuera eterno. Sueño que se manifestaba en la cristalina luz de tu mirada. Sueño que hacía saltar mi corazón haciéndome ascender al paraíso de los sueños donde la locura se llama amor. Sueño que regaba la luz del fuego de la pasión arrancándome mi esencia. Ahora el sueño se convirtió en un peso que me hace daño en las entrañas al solo vivir de recuerdos. Ahora el sueño es un baúl de plomo cargado de ausencias que pesa en mis sentimientos cansados de tanta soledad. Ahora el sueño es la monotonía de la nostalgia de tus palabras que se las llevo el viento y con él mis esperanzas. Mis palabras incansables nunca escuchaste, mis letras que te escribía revoloteando entre pétalos bañados por el roció ignoraste. Me dejaste entre tinieblas que perturban mis pensamientos y la locura me desgastaste sin que ya pueda seguir luchando más por algo que sólo me produce dolor y sufrimiento.
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