Estoy leyendo todos los poemas y escritos que te he escrito, estoy pensando en mí, pero como siempre más en ti. Tengo todas las letras grabadas en mi cabeza, las frases como nudos en la garganta y tu sonrisa es la lágrima de mi memoria. ¿Qué situación nos unió? Eran principios de abril y llegaste tú; con esos hermosos ojos cargados de emoción y totalmente enamorada, con inocencia en la sangre y dolor en el corazón, con tantas ideas revueltas, con sueños en las manos y el resto de una vida en aquella primera cita. Yo, yo he dejado hasta de vivir por conocer tu respiración, odio mi pasado porque me detengo para atarme a tu futuro, te deseo como la lluvia de agosto, era libre más que el viento pero estaba solo. Mi principio eres tú, mi prioridad es esperarte y hacer o no hacer nada es simple si estás conmigo, si tengo tu mirada incomparable clavada en el alma. Te he escrito tanto y sólo lees un poco, siento pena por mí y una tristeza horrible cuando veo un futuro sin ti, pero te has alejado de mí con mil pretextos, parece que nunca lo podre lograr porque sigo esperándote y tú siempre me das excusas. Dios lo sabe y fue él quien decidió que serías tú mi debilidad, mi eterna soledad, mi mejor inspiración, quién podía salvarme de mi para morir por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario