¡Cuánto me gustaría creer que quieres estar conmigo! Pero los acontecimientos de las últimas semanas han abierto una herida que tú no quieres sanar. Mi alma quedó tan vulnerable; punzando un dolor insoportable que segrega inseguridad y mucha rabia; aunque no te deja de amar. ¡Cuánto miedo tengo que este calvario no lo hagas terminar! Me siento como criatura desvalida ¿Cuándo me iba a imaginar que, a estas alturas de mi vida me iba a enamorar? Creí que para mí eso ya estaba prohibido; y llegaste de sorpresa; y un mundo de cosas nuevas me viniste a enseñar. No sabía que se podía amar sin que me dieras nada a que aferrarme, tú me enseñaste que sí. No sabía que hubiera tantas y tan inimaginables fantasías y por tu causa, las descubrí. No sabía que se podía aborrecer tan rabiosamente la distancia; por ti lo he aprendido. Me enseñaste a inspirarme; a soñar, a vibrar; me enseñaste que una tinta roja y caliente corre por mis venas, con una velocidad que nunca sentí. Bien me dijiste un día que, qué fácil era que me enamorara de ti. ¡Te amé tan fácil y cómo dueles!
Perdóname por amarte. Perdóname por no poder olvidar los momentos vividos. Perdóname por no poderme alejar. ¡Mi vida es un completo caos sin ti!
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