Ahora que es cuando creemos haber llegado a nuestro destino, cuando nuestras almas han descubierto que, en realidad para nosotros todo comienza de nuevo, gracias a esa mirada tuya que dio vida a mis ojos, a esas mis caricias que dieron calor a tus manos y, sobre todo, a esos latidos que componen la melodía al silencio de nuestros sueños.
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