No he pedido autorización alguna, no lo planee, no hice tantas cosas pero irrevocablemente estoy enamorado en cuerpo y alma de ti. Estoy con mis desvelos anhelando tenerte cerca, me abrazas y siento como todo el mundo se desvanece dejando de importarme para solo escuchar el latir de tu corazón.
Debo confesarte que antes ha habido otras, pero me resultan insustanciales ahora esos recuerdos. No había conocido ese magnetismo que ahora tus menudas manos poseen sobre mí, ese poder de llegar a mi corazón con tu aroma y pupilas.
¡Te amo, como el mar ama a la arena, como los arboles a la lluvia, como el sol a la luna, te amo!
Si estarás conmigo un siglo, un año, un mes, un día, una hora o tan solo segundos serán ese infinito mágico del que todo ser humano desea conocer.
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