Piensa con el corazón, actúa por tus emociones y deja vencer al amor. Tú que vives un millón de emociones en un sólo día, y me transmites cada una de ellas con una sola mirada. Que vives buscando la perfección y vives tratando de buscar disculpas para no hacer daño a los demás aunque te lo estés haciendo a ti misma. Que hospedaste en el vientre otra alma, diste a luz y después quedaste ciega, delante de la belleza del hijo que engendraste. Que le das las alas y le enseñas a volar pero no quieres ver que un día partirá, aún sabiendo que no te pertenece. Que como una hechicera transformas en luz y sonrisas los dolores que sientes en el alma, sólo para que nadie lo note. Y aún tienes fuerzas para darme consuelo y puedo llorar sobre tu hombro.
Feliz como hombre me siento tan sólo sabiendo, entender tu alma de mujer, la de la mujer que amo.
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