Un día de no hace mucho, aunque parezca que llevamos una vida entera juntos sin estarlo, me asome al balcón de tus ojos y, a través de ellos, descubrí otra forma de ver la vida, otra manera de encontrar la paz, otro camino por donde transitar mis pasos, y así, desde ese balcón de tus ojos ya míos, casi sin darme cuenta, lo que realmente descubrí es cómo se siente aquello que llamamos el amor. Libertad de pensamiento, magia pura, luz incandescente y mucho amor desbordante es lo que ambos deseo que sintamos.
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