En ocasiones me hablas el idioma de un corazón destrozado, que yo trato de curar con caricias y besos.
Estamos juntos porque no te dio miedo volverte a enamorar sin importar que ya te hubieran roto el corazón, malgastaste el amor en otros labios sin recibir lo que esperabas o merecías, volviste a abrir el corazón sin miedo a desangrarte, dejaste salir el amor a raudales. Los corazones rotos se curan, los corazones protegidos acaban convertidos en piedras. Yo voy a proteger toda mi vida tu corazón porque es mi bien más preciado.
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