Tú me sedujiste, me enamoraste, y ahora no dejo de soñarte, al oler tu aroma cuando estas junto a mí despiertas mi feroz apetito, tengo hambre de amarte, de comerte suavemente a besos y dejar que mis manos recorran dulcemente todo tu cuerpo. Si amor, no dejes de provocarme, usa todas tus armas de mujer, porque sin compasión alguna, voy a devorarte y sentirás como te amo, que eres la única mujer a la que puedo amar tanto, y yo soy el hombre al que tanto puedes amar, saciemos todos nuestros deseos.
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