Hoy se cumplen cinco meses desde que por primera vez se cruzaron nuestras miradas en aquel anden, nunca imagine que aquel encuentro me llevaría a conocer a la mujer de mi vida, ya no te esperaba, ya me había dado por vencido, imaginaba que como a tantos otros mi existir transcurriría sin que el verdadero amor tocara a mi ya cansado corazón. Nadie dijo que alcanzar la felicidad fuera cosa fácil, que amar a alguien y sentirse amado por ese alguien no estuviera plagado de obstáculos y adversidades, aunque estas no son otra cosa que pruebas para hacer que ese amor con el pasar del tiempo se haga cada vez más fuerte e invencible. La nuestra puede que sea la prueba más grande que se le puede poner a dos personas que se aman, tú no eras libre.
En nuestro tercer encuentro furtivo me pediste dos cosas, que tuviera paciencia y que no te dejara, y aquí estoy después de todo este tiempo, contigo y amándote cada día más, esperando que seas valiente, tomes decisiones y pases a la acción para que estemos juntos, para que este amor deje de ser un secreto, para que se acaben los miedos.
No dejo de preguntarme en mi soledad cuando tú no estás, cuanto más debo esperar, cuanto falta para por toda la eternidad estar juntos. El tiempo se hace eterno y parece que no avanza, el mundo gira y aún no logramos estar juntos, cuanto más debo esperar para darte los buenos días cada mañana al despertar a tu lado, para poderte tomar de la mano en cualquier lugar sin miedo a que nos vean, a estrecharte entre mis brazos o a tocar tus labios con los míos sin el temor a ser descubiertos por alguien conocido.
El tiempo pasa y el mundo gira sin detenerse a reparar que con él se nos va la vida, siente como mi corazón te reclama, perdóname si cada vez se me hace más difícil esperar, tengo miedo de las tardes, de las noches que tú no estás, vivo pensándote a cada instante, soñando con que pronto tomaras decisiones para amarnos libremente sin que nada nos importe.
Es verdad que con una sonrisa tuya me mitigas este dolor de no tenerte a cada instante, pero tengo unos brazos que necesitan abrazarte, unas manos para acariciarte, unos labios que desean besarte, el tiempo pasa y ya no se recupera, cuanto más debo esperar para estar a tu lado como los dos deseamos, confío en ti, siempre lo he hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario