Necesito creer un segundo en ti, quiero creer que te puedo amar y que somos uno aquí. ¿Cuándo fue la última vez que sentí que me amabas? Me parece que fue hace mucho tiempo y gracias a ello llevo meses de resaca emocional, es difícil recordar que me amabas, ni hablemos de lo que tendría que sentir. Debo admitir que tu cuerpo es algo digno de disfrutar, pareciera que en asunto de intimidad fuiste creada a mi medida, pero cuando llega el momento de respirar se me confunden los sentimientos y peor si tengo que esperar a que vengas para estar juntos. No es toda tu culpa, no debí permitirme el lujo de enamorarme de ti, eres toda inseguridad y temores infundados, estoy convencido que lo nuestro podría ser, yo te amo y tú algo así creo que sientes pero no es suficiente para ti, pero mientras exista un tercero esto nunca podrá ser, estúpidamente creí que harías todo lo posible para que saliera de tu vida pero no has hecho el más mínimo esfuerzo para ello, si no haces algo para que suceda nuestro amor no tiene razón de existir. Pensaba que lo harías huir de ti, que esa mujer que un día me dijiste ser, valiente y arriesgada, tomaría las riendas de su vida y le confesarías la verdad.
Créeme que si hubiera sentido que nunca lo ibas hacer, cuando tus ojos buscaron los míos, hubiera huido de ti. Yo contigo he conocido el paraíso, pero con franqueza te diré que ahora tenemos un infierno privado, eres mi ideal de mujer para amar, pero me odio a mi mismo por haberme dejado enamorar y vivir este sufrimiento que no me deja ni respirar. Dicen que lo bueno dura poco, ahora creo que es así. Ahora me paso las horas sentado viéndote solo en mi imaginación, en los recuerdos, pensando en ti, y creyendo que podremos amarnos alguna vez en libertad. No quiero complicar más nuestra vida, pero si vamos a intentar estar juntos deberíamos aceptar el abismo en que nos encontramos, y sobre todo tu tomar decisiones, tener en cuenta las posibilidades que nos queden en torno a nuestro amor.
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