lunes, 12 de enero de 2015

"POR CASUALIDAD"

La conocí un día por casualidad, ella provoco nuestro primer encuentro que fue crucial, posiblemente obra del destino sin pedir permiso, sin que pudiera aceptar o acceder a ese desarrollo de relación en los venideros días y meses. Aprendí a amar sus deseos de estar permanentemente en contacto, tanta influencia tenían sobre mí esos mensajes, esas llamadas hasta altas horas de la madrugada, tanto que me volví adicto a nuestras conversaciones, el primer día en tan solo minutos del primero intercambio de miradas, sentí que jamás habían acariciado mi alma con tanta delicadeza. Ella olvidaba su mundo porque le bastaba compartir su tiempo conmigo, le era suficiente el impacto del amor, era su centro de atención, ocupaba su mente, era poseedora de mi corazón, merecedora de mi inclinación. Poco a poco mi corazón se fue transformando en un lugar cálido con sentimientos nunca explorados y sensaciones inimaginables, respiraba en paz a su lado, ella conseguía dejar huella en mi corazón para siempre. Pensaba que nada ni nadie sería capaz de borrar nuestra complicidad. Al principio ella no sabía ubicar tanta felicidad, gozaba locamente de ese placer, de ese cóctel de emociones tan explosivo y peligroso, de un combinado de afrodisiaco y estímulo, yo provocaba en ella una loca exaltación, sobreexcitaba su espíritu, originaba éxtasis y una bomba de sensibilidad a punto de estallar. Yo sentía por primera vez que ella era la candidata perfecta para compartir mi vida. Ella había pasado toda su vida pidiendo a gritos ese anhelado amor y parecía haber corrido la suerte de toparse con su hombre ideal, Ahora desde hace un tiempo se ha distanciado, pero sigo teniendo la esperanza de que con la fuerza del amor que todo lo puede se reencuentre de nuevo conmigo. Hace tiempo ella me confesó su amor y sigo confiando en sus palabras, jamás habían pisoteado mi alma con tanta dulzura, ella siempre sigue presente como una fuente de energía insaciable. Somos dos almas inseparables en busca del amor, nada más interesa aunque ella ahora no sea capaz de verlo, nuestra alianza es indestructible. Espero que llegue pronto el día en que ella convencida me diga que de ahora en adelante nada va interponerse en nuestro destino porque así lo hemos decidido, caminar juntos y pisando fuerte, escribiendo nuestra historia de amor eternamente.


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