Crecí viéndote caer siempre en cuartos
convirtiéndome en fan de Brasil por Pele
o de la albiceleste Argentina por Kempes
tan solo una Eurocopa en blanco y negro
acostumbrados a la derrota durante años
por fin llegarían los tiempos más laureados.
Una de las virtudes que tanto he admirado
en unos hombres es su signo de identidad
humildad para no creerse que son Dioses
que cualquier rival te puede ganar un partido
pero que con paciencia sobre el verde campo
toda muralla puede ser franqueada y vencida.
Fieles a un estilo con elegancia y toque de balón
hacen correr a sus rivales hasta caer extenuados
llega el momento justo para lanzar sus ataques
parece que ya no son diez sino veinte o treinta
estos jugadores saben cómo cuidar a la pelota
conocedores que siempre será su mejor aliado.
Un Santo nos guarda la portería obrando milagros
auténticos gladiadores exquisitos en la defensa
en el centro del campo auténticos malabaristas
esta el que siempre la tiene y el que la esconde
y en el ataque auténticos matadores del aérea
pasen y vean es un verdadero espectáculo la roja.
Fer Ferrer
No hay comentarios:
Publicar un comentario