Anoche pude palpar tu esencia y pude entrar sin miedo al túnel de la promesa del amor, fuiste libro abierto, en donde escribí, te amo, y también escribí mi pasión. La primera noche fue especial, amor, con tu ternura y una gran dosis de ilusión, con cada beso, fui deshojando tus tristezas y recogiendo tus anhelos. Esa noche fue hermosa amor, porque fuimos más allá de la rutina, tuve tus cálidas sonrisas, porque reconociste mis manos, en tus senos, en tu cintura, como olas ávidas, de llegar a la playa que las esperaban. Esa noche fue bella, especial, inolvidable, única, aunque no me bastara besarte hasta perder la cuenta, ni con sentirte impregnada en mi piel.
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