Te juro que me faltas a todas horas, aún cuando creo estar vivo, siento que muero entre letras mientras te escribo. Se me terminan las sonrisas, se me cansan las ganas, se me evaporan las lágrimas, ya no soy mar y tampoco tengo alas, tú no estás y sin ti esto parece no tener final. Me duele el sueño y ando con miedo a los respiros, se consumen rápido los cigarros, igual que el viento acarician mi pensamiento y lloro, aunque no lo diga sigue el llanto, porque no dejo de pedirle al cielo un minuto contigo. Eres tanto, no tienes olvido, te amo, te deseo y no estás, no estás aquí, me siento enfermo, de esa enfermedad que solo tú tienes la cura, todo parece tan igual cuando tu no estás, me inunda la nostálgica. Mi piel está llena de tu aroma, tengo tus medidas exactas en las yemas de mis dedos, tengo los labios con besos sin poderte besar desde hace ya días, palabras por callar, tengo tus risas por adorar, tengo tatuadas tus manos como caricias, tu respiración en mis pulmones, tu alma en mis pupilas, tu todo y ahora tu nada, tengo abrazos por calmar, nuestras vivencias de esta historia, pero me faltas. Estaré muchas noches, esperándote, deseando un segundo de ti aunque sea en sueños, porque me faltas aquí, en mí, a ti. Deja el cielo un momento, porque tengo miedo.
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