Tú eres mi realidad, no me he resistido a tus encantos sin miedo a equivocarme, no tengas miedo tú tampoco, voy a cuidar de ti, eres mis sueños de fantasía, eres juego de mi excitación y un dolor pulsando mi razón. Tu eres tierna y perfecta en la intimidad, inquieta cuando piensas, rápida para enojarte, necia para aceptar las cosas como han venido y para actuar en pro de nuestro amor, llena de dudas, segura en decirme que me amas, te tengo paciencia y hasta soy capaz de sufrir en el alma, pero tu defecto esta en aferrarte a una vida que nunca te hizo feliz. Te conozco más de lo que piensas, me emocionas más de la cuenta, te llevo dentro más de lo habitual, me dueles de manera insoportable cuando me hieres y dices que aun no es el momento, te deseo aunque el amor es más, te cuido más de lo que suelo expresar, me haces enojar pero no te voy a dejar de amar, conozco cada ocultación tuya, la razón que te guía, sé cada paso que das, tengo grabada cada palabra tuya, sé cuando aparece algún tercero en discordia, conozco bien tu inexplicable ética, yo acaricio tu cuerpo o tu alma dependiendo lo que necesitas, sé poseer y crear cualquier situación a modo de justificación o ayuda, tengo todo pero aún me falta la razón para amarte de una manera que no entiendo, la de la paciencia y la espera por algo que para mí es injustificable. Me miras callada y tranquila, pidiéndome que no tenga prisa que todo ha de llegar para que nuestro amor nos lleve a estar juntos. Dudas de darme lo que dices merezco, y eso me hace sentir que jamás serás mía, Lo que nos tiene juntos es un amor secreto, un sentimiento que solo podemos expresar en contadas ocasiones y en la intimidad. Llegaste cuando ya no te esperaba, cuando pensé que moriría con mi corazón vacío, cuando tu ya pensabas que no encontrarías el amor que tanto le habías rogado a Dios, cuando tu mundo interior estaba destruido y la vida nos había golpeado tan fuerte a los dos que quiso Dios ponernos en el mismo camino para que estemos juntos, aunque tú no hagas nada para ello. Tal vez las circunstancias no sean las más idóneas pero nadie dijo que el amor y la felicidad fueran cosa fácil, quizá provoquemos dolor en otros, pero más daño nos estamos haciendo ahora mismo a nosotros, porque nos hacemos falta, porque nos necesitamos, no esperes más milagros, Dios ya hizo nuestro milagro, el que nos encontráramos a pesar de todas las adversidades, el resto debemos hacerlo nosotros. Tú eres mi amor, yo soy tu amor, quitémonos este dolor injustificado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario