Yo no sé, tal vez nunca podré comprender el por qué, quizá logramos desafiar todos los cánones que marca la sociedad, tal vez soy idiota y tu cobarde. Pero yo contigo soy yo, soy tú y soy feliz, el más feliz que existe. Tuviste miedo desde que me reconociste, era yo; a quien pedías, a quién esperabas, lo único que te faltaba. Llegue sin que me buscaras, ya me amabas desde entonces, apenas tuve tiempo de respirar cuando tu esencia invadió mi ser, apuesto que fue igual. Desde entonces entre intentos, situaciones, soledades, sueños, pasiones, nos mantenemos unidos, siempre juntos, aunque sea en pensamiento. Es difícil aceptar que con sólo saberte yo soy otro, me volví loco, un loco por ti y para ti, nunca bastan las mañanas de risas, las tardes de palabras, las madrugadas de suspirar, el tiempo es poco para mí, siempre quiero más, de ti, más de tus horas, más de tus orgasmos, y tu más de mi, más de mis locuras, más de mis sueños, más de mis caricias, más tiempo, todo te lo doy, sin objetar yo soy tuyo, porque así lo siento. Tú, eres mía de algún modo, o eso quiero pensar, un día me subes al cielo y al siguiente me llevas al infierno. Nunca sé cómo hacerlo para agradarte, siempre me huyes, vuelves, sin decir más me amas y te comparto, no creo ser tu vida. Mírame, hoy buscando entre sueños oí una voz, añorando una respuesta de Dios, cuestionando la razón y fumando el amor, ya no soy yo, me pierdo cuando me dices que espere, que tenga paciencia, me parece injusto nos estar junto a ti, yo que tanto te amo, que sólo tengo imágenes de unos pocos días, que tus labios estén tan lejos de mi piel, no sabía que tanto amor tenga tanto dolor. Me faltas tanto como me falta la vida.
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