Cuando en las noches te pienso tus pasos suenan en mi mente, escucho la cerradura como si de verdad vinieras, mi corazón empieza a latir con más fuerza, mi frente a sudar y mis manos a temblar, es cuando aumenta mi deseo, cuando ya no soporto más tu ausencia, de mis poros empieza a fluir la pasión, la inquietante necesidad de estar contigo.
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