lunes, 17 de noviembre de 2014

“LOS DIEZ INGREDIENTES PARA UNA BUENA RELACIÓN DE PAREJA”

Ahora que se llevan mucho los programas de cocina en la televisión, voy a tratar de confeccionar la receta de lo que debe ser una buena relación de pareja. Mucho es lo que he escrito sobre el amor, creo en el amor, en un amor verdadero e incondicional. Un amor que tan solo unos pocos poseen, y de esos pocos los menos saben cómo amar y ser amados. Es verdad que hay muchas parejas por todas partes, pero pocas son en las que realmente existe el amor bajo mi criterio, el criterio de un hombre que nació romántico, morirá romántico, y si volviera a nacer elegiría ser romántico, aunque serlo este en desuso, pasado de moda, quizás porque se volvió tan fácil hacer sexo que el amor ha quedado para unos pocos privilegiados. Por todo esto esta receta sin el ingrediente más importante sería imposible, el amor, sería como querer hacer una paella sin arroz. Si todos aprendiéramos a amar y a ser amados, seguramente muchos de los males que acechan a este mundo no existirían, estaríamos todos demasiado ocupados, amando y siendo amados como para preocuparnos por otros menesteres menos gratificantes.

Si tenemos la base más importante de nuestra receta, el amor (arroz), estamos en disposición de estar en pareja, incluso de formar una familia, un hogar. Pero la paella solo con arroz no es suficiente para cocinarla, así como el amor solo con amor no es suficiente para tener una buena relación de pareja y como nuestros abuelos mantenerla hasta que la muerte nos separe. El orden como pasa con cualquier buen guiso también es importante, en la paella primero se caliente el aceite, luego se dora el pollo y el conejo…………..

1.- El amor se demuestra. Es tan fácil decir te amo, pero lo verdaderamente importante es demostrarlo, y esto lo dice alguien para el que la palabra es una vital constante en su vida, tanto la oral como la escrita. Cuando hablo de demostrarlo no me sirve el hacerlo alguna vez, el vivir en el recuerdo de lo que hicimos en algún momento determinado por nuestra pareja, hablo de demostrarlo en el día a día, no hace falta hacer grandes cosas, lo importante es hacer todos los días pequeñas cosas que van formando un todo, un todo por el amor hacía esa persona que decimos amar.

A amar también se aprende. De hecho, es un acto maduro y puede ser muy consciente. En casi todas las parejas suele haber uno que desempeña el rol de amante y otro el de amado. Es muy cómodo dejarse amar, pero no siempre es la postura que más felices nos hace dentro de una relación.

Tan importante es que nuestra pareja nos diga que nos ama, como poder decirlo nosotros. Hay personas que tiene una enorme capacidad para amar y entregarse y otras a las que les cuesta tanto que llegan a fracasar en sus relaciones aún queriendo a la otra persona.

No es una cuestión aritmética pero si debe haber un equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe.

2.- Comunicación. Muchas veces oímos decir que para tener una buena relación de pareja la comunicación es lo más importante. Y es cierto, pero al final cada uno le dará su propia interpretación a esta frase. Unos pensarán que con sus parejas ya hablan lo suficiente y otros pensarán que de qué tienen que hablar. La comunicación va más allá de si se habla o no se habla, o de cuanto se habla. Tiene más que ver con lo que se dice y cómo se dice.

La mayoría de los errores que se suelen cometer en la comunicación de pareja tiene que ver con no saber expresarse adecuadamente o por la falta de respeto hacia uno mismo o hacia la otra persona: Imponemos nuestro criterio creyendo que nuestro punto de vista es mejor que el de nuestro compañero o compañera.

Expresamos defectos y quejas de la pareja con frecuencia, en ocasiones de forma exagerada. Queremos que la otra persona sea como queremos. No nos interesamos por los puntos de vista o creencias de nuestra pareja. No dejamos que nuestra pareja se exprese. Damos por hecho lo que va a decir y le interrumpimos constantemente. Manipulamos para lograr lo que deseamos. Damos la razón aunque no estemos de acuerdo.

El resultado de estas pautas de comportamiento puede debilitar la relación, hasta el punto de la ruptura en muchos casos.
Independientemente si en nuestra comunicación somos agresivos, pasivos o manipuladores, existe un término medio llamado asertividad, al alcance de todo el mundo.

La asertividad no es más que una forma de expresión mediante la cual, se busca el respeto hacia uno mismo y hacia los demás.

Expresar los pensamientos, los sentimientos y la forma de ver el mundo a través de las palabras o gestos, de forma tranquila y apropiada, al mismo tiempo que se quiere conocer los sentimientos y pensamientos del otro para comprenderlo mejor.

Expresa tu aprecio por sus cualidades. Acepta las muestras de afecto y los cumplidos. Sé capaz de decir “No”. Pide lo que quieres. Explica lo que piensas o cómo te sientes. Cuidado con las acusaciones

Escuchar es tan importante como ser capaces de hablar y comunicarnos. Si tú hablas sin parar pero cuando él/ella quiere contarte algo suyo (¡aunque sea sobre fútbol!) enseguida cambias de tema, estás fallando en un punto muy importante. Y no se trata de mantenerse callado y oír lo que el otro dice, sino de escucharle y tratar de entenderle.

Tu pareja debe saber que puede contarte cualquier cosa porque tú le vas a prestar toda tu atención. Saber escucharos os ayudará a comunicaros mejor, a crear lazos especiales de complicidad entre vosotros y a saber qué quiere, qué necesita o qué preocupa al otro.

3.- Fidelidad. Cuando una relación se estrecha y se vuelve exclusiva, la fidelidad es un aspecto importantísimo. Tanto hombres como mujeres sienten la necesidad de contar con la lealtad de su pareja, si realmente existe amor. Existe además la fidelidad sexual y la emocional.

Fidelidad sexual
En realidad, si tu pareja te ama necesita de tu lealtad y tu fidelidad. En primer lugar, la fidelidad sexual. Si le das la sensación de que te tomas la relación a la ligera, él/ella pensará que puedes acostarte con otros. Nunca utilices el coqueteo como un arma para intentar controlarle, pues te saldrá el tiro por la culata y perderás su confianza. Dejarás de ser especial a sus ojos. Si por el contrario él/ella sospecha o desconfía de ti sin motivos, déjale muy claro que ese miedo está solo en su imaginación y que si no cambia de actitud le dejarás.

Fidelidad emocional
Ser fiel a tu pareja no es algo que tiene que ver solamente con el sexo, sí no también con la lealtad emocional. Serle fiel fuera de la cama significa que le quieres, le respetas y escoges estar a su lado porque le amas tal y como es, con sus virtudes y defectos. Cuidado, porque no tiene nada que ver con elegirle como pareja por su dinero o su estatus. Cuanto más auténtico sea tu amor, más se estrechará el vínculo entre los dos, y la fidelidad sexual surgirá de forma natural.

La fidelidad emocional también significa apoyar a tu pareja en lo referente a su trabajo, sus proyectos y su relación con sus familiares y amigos. Es decir, respaldarle en público en lugar de aprovechar esas ocasiones para contradecirle o lanzarle puyas delante de los demás. Esa actitud es muy contraproducente porque él/ella sentirá que le traicionas y dejará de confiar en ti, para buscar otra persona que sí le apoye.

En resumen, la fidelidad en una pareja es fruto de la confianza y el compromiso. Es un vínculo que las une, hecho de complicidad, lenguajes comunes y amor incondicional.

4.- Confianza. Una relación sin confianza mutua no va a ninguna parte. No una confianza ciega sino racional. Si no tenemos motivos reales o probados para desconfiar, agobiar a nuestra pareja con nuestros miedos o inseguridades la apartará de nosotros. La falta de confianza enrarece las relaciones y hace difícil la convivencia.

El que es objeto de sospecha o acoso suele acabar desenamorándose porque la actitud de su pareja le impide disfrutar de las cosas más simples; para no crear situaciones incómodas acaba renunciando a muchas cosas. Pero la persona que desconfía también sufre mucho y puede pasar fácilmente del amor a la obsesión. La solución a este problema pasa por la comunicación.

5.- Comprensión. Antes de juzgar una situación, por muy grave o absurda que te parezca, intenta ponerte en su lugar, tratar de averiguar qué siente, cómo piensa, porque se ha comportado así. Nadie tiene nunca la razón absoluta y siempre hay muchas versiones para la misma historia.

Tu pareja no puede ni debe comportarse igual que tú; enfadarte por todo lo que hace sin tratar de entenderle o intentar cambiarle es un error. Aunque debéis tener cierta afinidad, no tenéis por qué pensar igual. Entender esto os ayudará a ser mucho más comprensivos el uno con el otro, más tolerantes y justos.

6.- Tolerancia. Debes ser tolerante con tu pareja siempre que su comportamiento o actitud sea honesta o no te haga daño física o emocionalmente. Este es uno de los puntos más difíciles de llevar a cabo, ya que normalmente, aunque la queramos para nosotros, nos cuesta mucho darle libertad a nuestra pareja. Cada miembro de la pareja tiene derecho a sus momentos de independencia e intimidad, a desarrollar sus proyectos, aficiones o ilusiones sin sentirse coartado por el otro.

Aunque te parezca lo contrario, controlar a tu pareja, querer estar siempre con ella o prohibirle hacer ciertas cosas simplemente por inseguridad, es lo que más puede alejarte de ella. Una pareja no supone un contrato de esclavitud sino de colaboración. La postura más generosa y beneficiosa para la relación es apoyar a la pareja de un modo constructivo en su desarrollo individual.

7.- Respeto. Respeto no es distancia. Respeto es amor y consideración y un profundo entendimiento de quién está a nuestro lado. Hay que aprender al otro, no solo amarlo. Eso es respetarlo, cuidar los detalles que sabemos pueden herirle, molestar su sensibilidad u ofender su filosofía de vida. Respetar no es tratar de "Usted" y alejar las muestras de cariño personal. Se puede estar en la situación más íntima y desbordada, utilizando un lenguaje soez, y, aun así, respetar.

Respeta sus gustos: Cada uno tiene sus gustos y no tiene por qué sacrificarlos o cambiarlos para contentar a su pareja.

Respeta sus afectos: Sus amigos, su familia, sus recuerdos. Quizá no todos te gusten.

Respeta sus costumbres: Tu pareja ha crecido y se ha criado en otro lugar. Tiene vivencias, creencias, usos y costumbres diferentes a los tuyos. Eso no le hace "raro", las personas tienen distintas percepciones del mundo, máxime si vienen de culturas diferentes.

Respeta su intimidad e individualidad: Cajones, pertenencias, carpetas, agendas, móviles, mensajes, emails, tiempo en el baño, silencios, paseos en soledad. Todo eso es absolutamente sagrado.

8.- Desarrollo personal: Es muy importante entender que aunque seáis pareja seguís siendo personas independientes, con una personalidad y una vida propias. Debéis madurar y desarrollaros de forma individual para que exista un equilibrio en la pareja; ninguno debe vivir a la sombra del otro o ser totalmente dependiente de él. Por supuesto, este desarrollo debe ser paralelo a vuestro desarrollo y madurez como pareja.
Para conseguirlo es fundamental que tengáis unos objetivos comunes en la vida: casa, trabajo, hijos, viajes, vida en pareja, etc. Además, es importante que sintáis que existe entre vosotros un tipo de unión que va más allá de lo material, una conexión espiritual, una forma común de sentir la vida y la relación. Al principio el enamoramiento y la pasión proporcionan esta unión especial; después hace falta algo más.
Esto os permitirá que no haya un desequilibrio entre vuestros intereses individuales y en común.

9.- Afecto. Es imprescindible para que una relación sobreviva. Las carencias afectivas suelen terminar con muchas parejas. El afecto es la demostración del amor, fundamental una vez que el enamoramiento y la pasión empiezan a decaer.
Es muy importante tener siempre una actitud cariñosa hacia nuestra pareja y hacerle demostraciones de cariño pese a que llevéis mucho tiempo juntos. No sentirse queridas es una de las principales quejas de las mujeres.
El cariño es algo que debe cuidarse cada día, ya que es lo que más fácilmente se pierde con el tiempo y la rutina. Conoces tanto a tu pareja que no crees que necesite tus mimos y caricias. Si no recibimos cariño debemos hacérselo saber a nuestra pareja para ver si se trata de una cuestión de descuido o existe una causa más profunda.

10.- Hacer el Amor. Hacer el Amor es la sal de la relación
Que hacer el amor funcione es un gran punto a favor para que una relación dure, pero tampoco debe serlo todo. Si sólo quedáis para practicar sexo es difícil que vuestra relación llegue a algo más.
Es importante que ambos disfrutéis con las relaciones sexuales y toméis la iniciativa a la hora de mantener relaciones. Hacer el Amor, como el cariño, también hay que cuidarlo, no volverse cómodos con el paso del tiempo.
El cansancio, el estrés, los niños y las preocupaciones hacen estragos en la vida sexual de muchas parejas. Cuando el deseo está inhibido hay que buscarlo y propiciarlo, mantener una vida sexual activa es un trabajo y una cuestión de los dos.

En definitiva el amor en pareja es un compendio de artes. El Arte del respeto, la comunicación, la paciencia, la generosidad y el amor bien entendido. Hacer el Amor regularmente también es muy importante, aunque si lo anteriores no existen, llegar a la cama el mismo sabor de unión y goce.

Fer Ferrer
Poeta y novelista



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