En esta vida puedes tener problemas y ese es el coste de la vida. Pero lo importante no son que los problemas existan, sino como reaccionas ante ellos.
Si te dedicas a acumular el peso de temores, miedos, heridas, dolores, resentimientos, angustias, tristezas, rencores y desesperanzas, se te llenara la mochila de piedras, y ese gran peso, no te dejará avanzar ante los problemas.
Avanzarás con tanta fuerza que podrás volar, si vives con esperanza, fuerza, voluntad, fe y aceptas tu realidad con decisión de vivirla. Debes aceptar tu destino, pero tener la voluntad de trabajar para mejorarlo, superándote, agregándote valor al capacitarte y logrando metas.
Tu actitud debe ser positiva para abrir nuevos caminos y sembrar nuevas semillas. Ten un plan de vida con metas claras y fechas de cumplimiento. Da siempre un buen ejemplo cumpliendo con tu deber y viviendo basado en los principios y valores que Dios te ha enseñado.
Enfrenta la adversidad aunque te duela y lucha por tus metas sin rendirte. Sigue soñando independientemente de las circunstancias y si tienes la suerte de amar y sentirte amado por la misma persona a la que amas. Realmente vuelas cuando entregas tu corazón.
La vida se compone de pequeñas cosas disfruta cada amanecer, el canto de un pájaro un día de lluvia, de un bello atardecer, que tus problemas no te agobien y te impidan gozar de las pequeñas cosas que tiene la vida junto a la persona que amas, recuerda los problemas pasan, la vida se va en un instante.
Temor, rencor, angustia y tristeza, son pesos que te impiden avanzar. Si buscas el propósito del amor y perseveras, volarás como un águila.
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