Aquella primera noche que pasamos juntos en que llegaste rebelde, atrevida, arriesgada, en la cual las estrellas eran fieles testigos de lo que iba a ocurrir, y la luna nuestra protectora. Sentado en el sofá te observaba, feliz, radiante, con tus ojos llenos de ese brillo que tanto me atrapo pocos días atrás la primera vez que nos vimos. No lo dudaste te acercaste y te colocaste sobre mí para que nos pudiéramos besar, los besos no cesaban mientras mis manos se fueron deslizando por debajo de tu vestido hasta que sentí al final de las medias tu piel que me embriago todo mi ser. Los dos admirándonos en silencio, con el leve sonido del arder de las velas, solo viviendo el presente, disfrutando en la intimidad, sentimos en profundidad el aquí y ahora de nuestro amor. Apenas palabras, como si en otra vida hubiéramos vivido ya este amor, no era necesario pedir nada, todo fluía de esa manera que fluye entre los amantes que llevan una vida entera juntos, pasiones desatadas, sueños cumplidos, ambos estábamos ante lo que siempre deseamos, encontrar a la persona a la que amar y de la que sentirnos amados. Las estrellas ahí fuera guardando nuestras almas, era noche de deseos, toda la noche hasta el amanecer haciendo el amor, se respiraba pura armonía, una enorme tranquilidad reinando en la oscuridad. No había ruidos penetrantes, tampoco sonidos molestos que puedan entorpecer la calma con la que nos fuimos amando, solo jadeos, gemidos, susurros de amor. Sólo nosotros dos y la noche, y la paz interior que nos provoco ese primer encuentro de nuestras almas, de nuestros corazones, de nuestros cuerpos, gozando de cada caricia, de cada beso, de nuestra primera experiencia haciendo el amor, rica y saludable para nuestros cuerpos y almas, una experiencia que hizo florecer en nuestros corazones un amor del que muy pocos pueden disfrutar a lo largo de sus vidas. Sentimos gratitud al destino, a la vida, a Dios, mientras la Luna ahí fuera brillaba siendo partícipe de las miradas y los suspiros de dos enamorados que hacían el amor con amor.
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