La sensación de tener tu pasado en tu mente, la capacidad de no olvidarlo siempre te acompaña en tu paso hacía la liberación personal, te coarta en tu independencia, en la excarcelación de negatividad. Decirle adiós al pasado hace que se desvanezca tanta oscuridad y se presente una fuerte y vigorosa luz en tu existencia. No subsistas, no prolongues innecesariamente tu dolencia. Ahora empieza a vivir nuevamente sin ningún tipo de remordimiento y abandona tus nefastos pensamientos que sólo sirven para hundirte aún más en este laberinto funesto y sin salida. Cuando le dices adiós al pasado vuelve la esencia de paz y tranquilidad en tu pecho, emprendes tu marcha hacía la felicidad y no importa el sufrimiento vivido en el pasado.
Para ello debes estar dispuesta a arriesgar y nada puede detener tu próxima tentativa, puesto que ahora eres robusta al dolor, sólida al caminar y estas desbordada de energía.
Entiende que la vida es bella y el lema más lógico siempre debe ser “Carpe diem” (Toma el día). Precisas de esa herramienta para combatir tu inestabilidad, agitación y oscilación, de ahora en adelante.
Aprende a ordenar tus pensamientos y a calmar tu angustia, regálate tu añorada positividad y hazte ver que toda tortura es pasajera. Te devolverá la habilidad de sonreír.
Y aunque vivamos ahora separados, acortemos la distancia con nuestro libre amor de tal forma que nos lleguemos a sentir muy cerca.
Esa sensación de tenerte en mi mente es preciosa, me hace sentir muy bien y eso es lo único que cuenta en este momento y además siento la capacidad de no dejarte de amar nunca.
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