Ella me enamoro y ahora la amo como nunca imagine que sería capaz de amar a nadie, a pesar de sus excusas, de sus pretextos, de sus ausencias, de sus miedos, de su cobardía, y de los múltiples obstáculos que existen solamente en su mente. No me quedo con ella por inercia, como si no hubiera otras mujeres que desearían compartir su vida conmigo. Me quedo con ella porque así lo decido todos los días al despertarme, todos los días que nos podamos pelear, que me decepciona. La elijo a ella una y otra vez, ¿y ella me elegí a mí?
No hay comentarios:
Publicar un comentario