Cuando los sueños son guiados por el alma e impulsados por el corazón, no hay piedra u oponente que los frene en su destino de volverse realidad, de rodillas ante Dios y de pie ante la vida lucha por ser la mujer que un día soñaste ser, ahora tienes lo que anhelaste y rogaste, no lo dejes perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario