martes, 2 de diciembre de 2014

"TE ENCUENTRO"

Cada día te encuentro en mi caminar, en ocasiones suelo pensar demasiado, pero ya me duelen las ganas de imaginar, porque me castiga la realidad. Te escribo mucho, puedo decir que demasiado, te he hecho tantos escritos y poemas, aunque en verdad creo que han servido de poco, te han importado más las fotografías y los comentarios de otros. En los últimos días he ido repasando mentalmente cada día, cada instante desde que nos conocimos, tanto los que hemos pasado juntos que son los menos, como tus constantes y cada vez más prolongadas ausencias, y cada vez que lo hago termino con los sentimientos a punto de tirarse al vacío. Retumban en mi cabeza tus desprecios, tus desaires, tus escasas muestras de cariño, ni tan siquiera de afecto, que me siento nada valorado. Ya no son tus dudas y tus temores, es algo más, mucho más, es esa manera que tienes de ignorarme, de ser el último en tu larga lista de prioridades, en que nunca tienes tiempo para mí, en que nunca me tienes en cuenta, en que nada importa lo mío, los míos, que como muy bien sabes se reducen a mis dos hijas, y lo peor de todo en mis sentimientos. Siempre eres tú, lo tuyo, y tu interminable lista de los tuyos. Son tantas veces las que me has dicho que estabas ocupada, que ahora no puedes atenderme, porque estabas con este o con aquel otro, mientras que yo haya estado con quien haya estado lo he dejado todo y a todos por atenderte a ti primero, incluso cuando estaba trabajando. Te he pedido tan poco y me has dado tan nada, que hasta lo poco que me diste me lo has ido quitando. Cuando me contaste aquello que imposibilitaba un futuro cercano estar juntos, que me cayó como una losa, y que por cierto me contaste cuando ya estaba enamorado, porque ten por seguro que si me lo cuentas antes de enamorarme no hubiéramos seguido con lo nuestro, me pediste tres cosas, paciencia, que te esperara, y que no te dejara nunca, y yo solo te pedí dos cosas, esas dos cosas se desvanecieron a los pocos días, y no solo eso sino que como justificación para no dármelas me restriegas cuál es tu situación para hacerme más daño, y de que nunca vas a liberarte para estar juntos. Tantas ausencias y esa manera tuya de no escucharme, me han imposibilitado muchas veces decirte que eres todo para mí, que eres mi todo, que quiero que estemos juntos, que eres mi universo, y tal vez por eso te he escrito y te sigo escribiendo. Ahora no comprendo cómo he sido tan idiota, si por mucho que te escriba a ti poco o nada te importa, nunca tienes ni la más mínima deferencia de decirme que te gusta, eso sí, si alguno de mis escritos o poemas te desagrada entonces si me lo dices, incluso me has hecho eliminar muchos, cosa que tú no has hecho jamás con lo que a mí me ha molestado o hecho daño, atrás quedan aquellos días en que me decías que te morías de ganas de comentarlos, yo nunca te he pedido que lo hicieras pero si al menos que me lo dijeras a mi privadamente. A pesar de todo he sido feliz en muchos momentos, quizás porque yo me he conformado con muy poco, bien sabes que solo verte ya me hacía feliz, siempre tengo el mejor sentimiento hacía ti y para ti, pero ahora solo me mantienen vivo los recuerdos, aunque cada vez son más borrosos.


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